Cada sesión del Concurso, cada gala clasificatoria, pone de manifiesto que ésta actividad de nuestros carnavales, goza de magnífica salud. No cabe duda que cada año se está superando en calidad y cantidad de agrupaciones participantes mereciendo sobradamente la magnificencia del lugar donde se celebra, nuestro Gran Teatro de Huelva, muy pesar de algunas voces que se alzan críticas en contra, injustificadamente.
A finales de Marzo éste articulista tuvo la oportunidad de entrevistarse, por expresa invitación, con la comisión del carnaval de Barcelona para intercambiar experiencias y de ello extraer algunas particularidades que bien pudieran extrapolarse a nuestras respectivas fiestas dentro de la siguiente máxima “El carnaval es del pueblo y cada pueblo decidirá cómo quiere su carnaval”.
En Barcelona, cuando decidieron retomar sus carnavales, después de años de ostracismo, se encontraron con similares problemas que nosotros pero consensuando esfuerzos han sabido superar la crisis, involucrando a los gremios artesanales ( zapateros, cocineros, pasteleros, carpinteros, pintores, sastres, etc.) comerciantes, artistas ( teatro, música, danza y artes plásticas), asociaciones de vecinos, profesionales (comercios, publicidad, hostelería, discotecas, etc.) y por supuesto al poder político.
El resultado es que, hoy en día, la gran ciudad vive la fiesta de carnaval desde todos sus rincones, por las grandes avenidas cuelgan banderolas anunciando el carnaval , las vallas, el metro y los escaparates anuncian la fiesta.... y todo salió de un concurso público de ideas.
En Huelva...¿podría valernos de algo, iniciativas cómo esta?
La FOPAC, con su nuevo plantel de directivos, tiene mucho que decir sobre ésto y muchas más cosas. Debe olvidarse de lo pasado y empezar "un mundo nuevo", debe hacer cambios estructurales de gan calado para que la nave de nuestros carnavales no se hunda ya que estamos en plena y agónica zozobra.
El clavo ardiendo al que debe agarrarse es al que le ofrece el pueblo, la calle, las gentes de Huelva... y para éso debe consultarle cuáles son sus preferencias. No puede seguir una linea continuista de anteriores rutas, no debe cegarse por mantener lo insostenible ni redimirse con lo que ya está consolidado. Debe cambiar de estrategia urgentemente, armarse de humildad y empezar de nuevo, desterrar a los sabijondos de siempre, a los artistillas y meretrices sin lustre, a los soberbios, los petulantes y demás lacras adiposas.
A ése nuevo capitán de nuestra fiesta, a Kiko Bogado y sus regidores, les aplaudo incontestablemente por su valentía al intentar salvarnos del naufragio y les animo a cambiarnos de barco en cuanto apareza uno por el horizonte y dejar que éste se lo lleve el averno cuanto antes. Ya no podemos seguir ni un momento más navegando al pairo de la incompetencia de un Ayuntamiento indolente, irresponsable y moroso, jefe de los jefes y provocador de la muerte anunciada de nuestros carnavales o ¿es que alguien duda que el consistorio podía hacer más de lo que hace por una fiesta que es " un signo de identidad de todos onubenses y de la que debemos sentirnos orgullosos"? ¿como D. Pedro Rodriguez, de ésta menera? ...
1 comentario:
De todos es conocido la agonia del carnaval, pero ¿que hacer? una salida seria la calle pero esa batalla hace tiempo que se perdio, la otra seria de mas calado y requeriria de una tradicion que pasara de padres a hijos, pero y el que no tenga padre carnavalero como le llega el mensaje, dificil entuerto, recuerdo cuando yo salia años 80 que muchos entramos en la fiesta porque veniamos o bien del flamenco o del mundo de las sevillanas, no faltaba gente mas bien sobraba algun enteraillo, pero eso paso,hoy los niños van a los ensayos y si lo que oyen no les gustan ¡AHI TE QUEDAS! esto funciona asi, insisto dificil encrucijada la del carnaval, pero alguna solucion habra, aunque insisto esta fiesta no tiene un arraigo aplastante en la poblacion. Saludos
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